Spring

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Primavera en Mannheim, Alemania. Paisaje fotografiado y editado por mí.

lunes, 29 de septiembre de 2014

La Danza de los Siete Velos

Hace ya un mes que no escribo una nueva entrada para mi blog. Un mes en el que han pasado cosas de gran importancia para mí. Tal vez la principal, y aquella que ha consumido más mi tiempo, fue la sustentación pública de mi trabajo de grado, en el cual estuve trabajando durante el último año y que acaparó durante ese tiempo todos mis esfuerzos. La sustentación, y con ella la etapa final de mi pregrado en ingeniería electrónica, terminó muy satisfactoriamente y ahora es el momento en que puedo considerarme, faltando solo la ceremonia de grado, una ingeniera, logro que se lo debo tanto a mis amigos, como a mi familia y a todas las personas que de una u otra manera han contribuido en mi formación.

El mes pasado les presenté a la diosa de la belleza, Afrodita, y estuve hablando un poco sobre las representaciones divinas otorgadas a la belleza femenina y la naturaleza terrible de estas mujeres seductoras. Esta vez les traigo una historia que se encuentra en la misma línea. La historia de una mujer que se ganó con su danza la cabeza de un personaje mundialmente conocido.

Herodes Antipas, tetrarca de Perea y Galilea desde el 4 a.C. hasta el día de su muerte, estaba casado con Herodías, la mujer de su hermano Filipo, con quien tuvo una hija de nombre Salomé. Juan Bautista no aprobaba esta unión, pues Herodías era mujer divorciada y su matrimonio iba en contra de la ley judía. Herodías odiaba por esta razón a Juan y deseaba su muerte, pero Herodes lo respetaba y temía sabiendo que era un hombre sabio y justo. Decidió pues no matarle, sino encerrarlo en la cárcel.

Llegó entonces el día del cumpleaños de Herodes y se dio un banquete al cual asistieron magnates, tribunos y los principales de Galilea. En medio de la celebración, la bella Salomé ejecutó una danza para el rey que embelesó y robó el aliento a todos los presentes.  “Pídeme lo que quieras y te lo daré. Te daré lo que me pidas, hasta la mitad de mi reino” le juró el rey a la muchacha. “¿Qué voy a pedir?” le preguntó ella a su madre. Esta contestó: “La cabeza de Juan el Bautista”. Salomé volvió entonces al salón principal y le dijo a Herodes “Quiero que ahora mismo me des, en una bandeja, la cabeza de Juan el Bautista”. Aquello llenó de congoja al rey, pero él había jurado darle a ella lo que pidiera, y así fue como el buen Juan perdió la cabeza.

Pero es a Oscar Wilde a quien le debemos el nombre de “la danza de los siete velos”, refiriéndose al baile ejecutado por Salomé, y a Richard Strauss su popularización por medio de su opera Salomé.

Esta es, sin duda, una de mis historias favoritas. La historia de una de las mujeres fatales de la Biblia (o de dos, si se considera que aquella que movió los hilos fue la madre y no la hija). De cómo dos hombres poderosos perdieron la cabeza por un baile, por el deleite momentáneo de la juventud y la gracia.

 Salomé y la aparición de la cabeza de Bautista,  Gustave Moreau.

También les comparto en esta ocasión mi poema llamado Peregrinaje que espero disfruten.

Peregrinaje

Abriré al tiempo mis brazos
y veré a la arena de las dunas
ser arrastrada por los vientos.
Antepondré a tus ojos,
palacios del dios sol,
la severidad de mis facciones
y pediré en tus salones de oro
una audiencia que dure
lo que dure el universo.

Seremos la caravana
que atraviesa como un cuchillo
el corazón de las naciones,
agua en boca del peregrino
cuyos pies descalzos
construyeron su propia odiosea.

Si levantas el destino de las masas
con tus manos desnudas
y aun así tienes la fuerza
de alzar al cielo la mirada,
es porque en ti vive la voluntad
de la fuerza creadora,
un torbellino de milagros
que remonta el vuelo
y trenza las cascadas de oro
de los mismísimos ángeles
allí en el corazón blanco del mundo.

Entre los nombres de los reyes
el tuyo se sugiere más alto
y se sostiene sobre la llama
que encendieron los corazones
de los hombres en los albores
de su juventud.

No seré yo el objetivo de tu búsqueda,
pero puedo insinuarme como si fuera el camino.
_______________________________
Estefanía Figueroa Buitrago

Y cierro con esta canción de Nightwish titulada Sahara, de su albúm Dark Passion Play:

“Que descanse él ahora bajo los auspicios del espejismo
a medida que las arenas lentamente se convierten en los Campos Elíseos”


 Muchas gracias a todos aquellos que me leen, siguen y/o comentan. Ya me estoy poniendo al día con sus comentarios pasados. Les deseo una excelente semana :).